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SALUD NATURAL


                                            Sergio Outerelo· Mandala bdn


                                           ¿Hablamos de

                                                 Budismo?






        Continuamos con la segunda parte del Budismo, tema que iniciamos
        el pasado mes.


                        De Sidarta a Buda (II)

        Os recordamos que Buddha no fue un Dios, ni un mesías, simplemente era un
        hombre, mejor dicho un príncipe.

        Un día Sidarta bajó al río a beber agua, su apariencia era fantasmal casi no
        tenía ni fuerzas para moverse. Al llegar al río observó una pequeña embarca-
        ción que pasaba en ella había un maestro de música y su joven alumno al que
        estaba enseñando a tocar el Sitar (guitarra típica de India).
        El maestro dijo:
        «Si la cuerda no está tensa el Sitar no sonará, por el contrario si está demasiado
        tensa se partirá. La cuerda tiene que tener la tensión justa».
        Estas palabras hicieron ver a Sidarta una analogía con su vida, los excesos y la
        riqueza de cuando era príncipe y la miseria y pobreza de asceta. Eso hizo que
        Sidarta pensara que había que buscar la verdad en el camino medio, ya que
        no la había encontrado en ninguno de los dos extremos.
        Sidarta se sentó a meditar bajo un árbol de Bodhi sobre este pensamiento y
        se dijo así mismo que no se levantaría hasta no encontrar las respuestas al su-
        frimiento de la humanidad y al suyo propio. Se pasó varios días meditando, al
        principio en una profunda concentración para limpiar su mente y más tarde en
        atención plena para abrirse a la verdad.
        Durante este proceso tuvo que superar a las fuerzas
        del mal y el sufrimiento encabezadas por Mara, quien
        al principio intentó disuadir al joven con truenos y tor-
        mentas. Más tarde envió a sus ayudantes con arcos y
        flechas, pero estas se convertían en pétalos de flores
        al acercarse a Sidarta, luego envió a sus tres hermosas
        hijas a tentarlo y cuando nada de esto funcionó Mara
        se acercó a él para intentar socavar su voluntad.
        Nada de esto funcionó y al final Sidarta encontró la
        Verdad y la forma de vencer al sufrimiento, fue en-
        tonces cuando despertó de su meditación con ver-
        tido en Buda, iluminado,  y conocido cómo Budha
        Sakyamuni.



















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     12  A prop de tu | 25 Juny – 25 Juliol 2017
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